Mi compañero

El camino de lo observado

3/28/20251 min read

¿De dónde viene?

¿Cómo comenzó?

A esta altura de la vida -la mente ya me falla-

Se acercó sin saber la verdad de su intención,

al parecer para quedarse y sin mi permiso.

Se fue haciendo mi compañero,

esporádico en un inicio, si mal no recuerdo

y poco a poco fue siendo cada vez más intenso.

Me llegué a preguntar,

¿Será pasajero todo esto?

Me ha transformado toda la vida,

hasta lo más elemental.

Está ahí,

sin que le llame ni necesite.

Me ha alejado hasta de lo que más amo,

mi arte

—lo que me hacía sentir—

donde la vida es bella.

Me distanció de mi familia

quebrando mi relacionamiento,

—mis amistades—

las que en estas circunstancias

se reducen al conteo de una mano;

las demás ya cuestionan mi salud mental.

Hoy en día,

estás todo el tiempo conmigo,

alguien pensará

—que gusto que alguien esté para vos todo el día—

pero ni se imaginan.

El dolor, mi compañero,

simplemente lo he tenido que aceptar;

-vino y no se quiere ir-

nada le intimida,

solo mitiga unos instantes su aparición.

Se ha apoderado de todos mis sentidos

y el palpitar de mi corazón,

hace notar su presencia.

Ha sido la relación más larga que he tenido,

ya son más de veinte años;

le odio, ya no le quiero

Pero no sé ya como echarlo.

He probado con todo

lo que está a mi alcance

—hasta pensado en desaparecer—

Me pregunto:

¿será que ha de acompañarme hasta en el alma?

—me da miedo a perderme—

Aquí estoy,

Estoica frente a la vida que no es vida,

dibujando la mejor cara,

una dulce sonrisa con mis labios rojos,

conservando mi femineidad

que el cabello me hace resaltar.

Dando gracias

a quienes sí están

—acompañándome con mi Dolor—

© Arellano —R.